Me basto

Solo reconocer tus ojos tras un velo fortuito fue suficiente;

Una sonrisa casi ilegible en tu rostro perfecto al ver de a poco mis labios

Mi reacción al ver tu cuerpo vestido así, encantador

Como solo tú sabes lucir,

Una seriedad dibujada tras tu coquetería

Encendió en mí la llama que hacia falta en mi cuerpo

Para que este se entregara a ti en silencio

Y soñara con tu espalda, tus manos y tu pecho esa noche.

Al ver como te fuiste, sin saber que ya había despertado en mí ese deseo que hacía mucho no sentía por alguien,

Al ignorar las barreras mas obvias que nos separaban

Al discutir con la palpitación incoherente que mi cuerpo exhalaba el calor absorto al ver de ti más de lo eras, y quedarme con la imaginación

De una aventura en tu cuerpo y el desdén tan impaciente por pertenecerte, ser tuya y perderme en la lujuria que habías encendido en mí; y así pronto pude probar lo que tanto nervio me dio soñar un día…