Tu
ser
Tus
manos son como el fuego,
Derriten
mi piel cada vez que me tocas
Con
aquella devoción,
Amándonos
hasta el amanecer.
Me
confunden tus caricias,
Trastornan
a todos mis sentidos
Perdiendo
la completa razón,
Al
estar sintiendo aquel fuego
Tan
loco y cálido que calcinan a mi cuerpo.
Siento
un voltaje penetrante
En
cada una de mis entrañas
Alcanzando
hasta mis huesos
Y
hundiéndome en aquel placer prohibido
Fortuito
de transiciones emocionantes
En
cada vello de la epidermis.
Amando,
extasiando y experimentado
Toda
la luz en cada roce de nuestros cuerpos,
Renaciendo
sentimientos encontrados de
Tanta
lujuria que vela en cada pedacito de nuestra alma.
Perdiendo
el total y completo control
De
las manos, nuestros labios y tomando
Un
viaje sin retorno de ese exquisito dulce
Donde
tu alma y la mía se unen a una
Misma
transición del manjar de dioses y donde
No hay, no existe, tiempo, lugar y realidad.